viernes, 15 de octubre de 2010

¿Ser o no Ser?

LA CLAVE: SER AUTENTICOS

Ser auténticos... Mostrarnos como somos... Dejar de usar disfraces para agradar, para vender una imagen, para que los demás reparen en nosotros...

Dejar también de adaptarnos al otro, porque es muy común que no reímos a veces porque a la otra persona no le gusta... No pedimos porque le molesta... No usamos ropa ajustada porque él dice... No comemos carne porque ella es vegetariana... Hablamos y vestimos elegantes porque él o ella así lo prefieren...
Entonces abrimos el placard de los disfraces y un día somos Peter Pan y otros Drácula, un día Cenicienta y otros la bruja de Blancanieves, un día somos La dama de las camelias y otros la protagonista principal de Nueve semanas y media... Un día somos Stallone y otros Woody Allen... Un día somos Robert Redford y otros Jim Carry.

Entonces cuando termina el día sentimos que por el solo hecho de buscar ser aceptados pagamos el alto precio de ser infelices, pues si para agradar, para que me quieran, para que me respeten, para que me acepten tuve que aparentar ser otra persona y dejé de ser como soy en realidad ese personaje pudo haber sido feliz pero no nuestro verdadero yo y él es el que importa porque está ahí, en nuestro interior.

Seamos auténticos, mostremos quienes somos, nuestra esencia es muy importante y si no nos aceptan no importa, en otro lugar hay alguien esperando que aparezca un ser como nosotros.




 

lunes, 11 de octubre de 2010

Historia Contada:

 La historia trata de una jovencita adolescente que en medio del aburrimiento de una tarde,  resuelve tener una relación sexual con su amigo, un compañero de estudios en secundaria. Un muchacho tímido, muy lejos de todo prototipo, que finalmente termina mostrando el profundo sentido de la ternura, que descubren en el amor que construyen entre ambos después del nacimiento del bebe.
Fruto de esa relación deseada, Juno queda embarazada sin desearlo.
Una amiga plena que está cuando hay que estar, la averiguación sin tapujos para confirmar su estado de gravidez, el intento de gestionar una interrupción del embarazo en un sistema que se muestra anodino, sin reflejos ni sensibilidad, dando luego comienzo al planteamiento a sus padres, que son una pareja compuesta por su padre y su nueva esposa, que a la postre resulta ser una madre plena, llena de oficio de vida y comprensión, que está siempre muy cerca. La joven resuelve finalmente tener su hijo. Con la anuencia de su padre  y el desconcierto del muchacho, busca contactar  personas que no pueden concebir hijos propios pero que ansiosamente buscan ser padres y así lo anuncian por la prensa.
Un acuerdo ante abogado, con el padre de la joven Juno y ella misma allí activamente presente, pone en marcha el mecanismo. Todo con una sencillez que raya en lo impactante, mas allá de la frescura de los diálogos y un contexto de discriminación social que aun discretamente, aparece entre los compañeros adolescentes y con  la sospechada ajenidad de la madre del muchacho que se refugia en la rutina de lo cotidiano.

¡Embarazos Adolescentes!

Embarazos no deseados


El embarazo no deseado (también denominado embarazo no previsto, embarazo no querido, embarazo no planeado, embarazo no planificado, embarazo inesperado, embarazo imprevisto o embarazo inoportuno) es aquel que se produce sin el deseo y/o planificación previa del progenitor o progenitores.

Y es que los jóvenes comienzan demasiado pronto a experimentar con sus cuerpos y a practicar el sexo, y no son plenamente conscientes de que las consecuencias de no practicarlo con seguridad pueden condicionar el resto de su vida. Y no nos referimos sólo a quedarse embarazada demasiado pronto, sino también a las enfermedades de transmisión sexual, algunas de las cuales pueden llegar a ser muy graves y de fatales consecuencias.
Por otra parte, el embarazo de una adolescente está considerado de alto riesgo, pues el cuerpo de la mujer a esa edad aún no está suficientemente maduro como para afrontar el desgaste que supone dicho proceso. Por supuesto a menor edad, mayores complicaciones existen. Y es que la llegada de la edad fértil con la aparición de la menstruación no implica que la fisionomía de la afectada esté aún suficientemente desarrollada para soportar los cambios que produce el embarazo, ni para dar a luz de forma natural. Hay que recordar que la menstruación, que marca el comienzo de la fertilidad de la mujer, suele aparecer en torno a los 11 años, a veces incluso antes.
Por otra parte, y no menos importante, está el desarrollo emocional, la madurez que se necesita para ser madre, que tarda aún más en llegar que el desarrollo físico. La adolescencia es una época complicada, es el periodo en el que se está a caballo entre la niñez y la edad adulta, en el que se reacciona como niño pero se pretende actuar como si ya se fuese mayor.
Y ahí está la clave de esta cuestión. Las relaciones sexuales no son un juego, no son simplemente una forma de pasarlo bien. Para disfrutar de ellas es necesario tomar precauciones y ser conscientes de porque se llevan a cabo. Cuestión aparte son los casos en los que la adolescente ha sido forzada y, a consecuencia de este hecho terriblemente doloroso, se queda embarazada. En estos supuestos lo mejor es denunciarlo cuanto antes y ponerse en manos de los especialistas.

Otra Caracteristica:

Otra característica básica es la búsqueda incesante, es decir, estar enamorados de una persona y al día siguiente de otra. En esto influye tanto el estilo de vida de los amigos, como las presiones del grupo. Al buscar lo nuevo, los adolescentes experimentan ávidamente con la sexualidad. Los cambios frecuentes de pareja pueden expresar el temor a intimar demasiado con una persona y quedarse atado a ella; puede ser la necesidad de sentir que controlan a los demás, que pueden cambiar de pareja cuando ellos quieran y no cuando el compañero lo decida.

Lo más frecuente después del enamoramiento es que la relación no progrese hacia una situación de amor, sino que al desaparecer este sentimiento se mantenga una relación amistosa. Este proceso se trasforma a medida que el individuo madura, pues la estabilidad y proyección del futuro facilitan el paso del enamoramiento al amor, es importante mencionar que esto no quiere decir que los adolescentes no puedan amar.

Los adolescentes pueden sentir enamoramiento por personas accesibles: compañeros de clase, vecinos, o los amigos de hermanos mayores del sexo opuesto, También ocurre que se enamore de alguien inaccesible, ya sea por inseguridad o timidez, aunque lo viven tan intensamente como un amor real. Algunas personas se sienten muy incomodas ante el hecho de convertirse en el centro de atracción sexual de un adolescente, mientras que otras se aprovechan de la adulación  y abusan de su posición.  En algunas ocasiones el enamoramiento se convierte en una obsesión que puede provocar un gran dolor y angustia.  En otros casos, se da un primer enamoramiento correspondido que implica cierta estabilidad en la relación.

Generalmente, para el joven el reto es superar el romance inicial y perpetuarse más allá de cuando cada uno muestra sus mejores virtudes para seducir al otro.

Los riesgos

El enamoramiento y noviazgos entre adolescentes están llenos de altibajos, aventuras, gratificaciones emocionales, ilusiones y expectativas, pero también de frustraciones, resentimientos y dolor. Dado que el noviazgo tiende a ser fugaz, es frecuente que se experimenten desilusiones ya que su inestabilidad emocional lo hace sumamente vulnerable ante los cambios, quien un día puede ser “el príncipe azul” al otro ser visto como “un tipo nefasto, odioso y molesto”.

Otro punto de discusión es cuando termina el noviazgo. En este momento se experimentan sentimientos dolorosos que los desequilibra y causa mucho daño. Los sentimientos que pueden aflorar cuando se sufre una ruptura amorosa son: tristeza, soledad, ira y cólera, que llevan a sentimientos de venganza, daños hacia uno mismo o a la otra persona, tomar la determinación de no volver a enamorarse, etc.
   Finalmente, es necesario señalar que este proceso de conocimiento con el otro sexo es tan importante para los adolescentes, que no tener novio puede convertirse en una catástrofe. Cuando esto sucede afecta la autoestima y es la causa de que se salga con el primero o primera que se presente, ya sea para tratar de aminorar los efectos de la supuesta soledad y frustración o para cubrir apariencias con los amigos, ya que la imagen que proyecta ante sus pares es vital para su desarrollo.

En suma, los adolescentes se enamoran con facilidad, están en la edad más propicia. Al hacerlo varias veces experimentan el deseo en distintas formas y con diferente trascendencia, a la vez que les da la oportunidad de conocer diversas experiencias afectivas. Todo esto les proporciona conocimiento de sí mismo y del comportamiento y actitudes de los demás, lo que constituye una experiencia invaluable para su futura conducta afectiva.

Como padres nos corresponde apoyar, y estar muy de cerca de nuestros hijos, dándoles la oportunidad de experimentar de forma individual su proceso de enamoramiento; cuidar los cambios de humor y sobre todo estar al pendiente de su estado de ánimo sobre todo en procesos depresivos, desde siempre hablar acerca de los cuidados de su cuerpo y de cómo vivir una sexualidad plena y responsable,  de lo que significa sexo seguro, y sobre todo de brindar mucho amor, y respeto acerca de su elección de pareja, recuerden que mientras más se prohíba una relación es más atractiva.

Si necesitas información acerca de cómo asesorar a tus hijos en esta etapa, en el Grupo de Especialistas Dental y Médico Satélite te brindamos sesiones individuales, cursos de sexualidad para niños y adolescentes, así como para Padres de Familia.




¡¿Mi primer Amor?!

Cuando somos adolescentes y nos enfrentamos por primera vez con el amor, nos suceden cosas que nos dejarán marcados para siempre.

Resulta que un día descubres que tu compañero (a) de clase o tu vecino (a), o tu amigo (a) no es tan feo (a) como creíste, descubres que tiene ojos bonitos, que su figura es muy agradable, que cuando habla siempre hace el mejor comentario,  que usa la ropa del momento y que sólo a el (ella) le queda, que es guapísimo (a) y cada vez que se acerca, tu corazón late a mil por hora, te sudan las manos, sientes mariposas en el estómago, flotas, te sonrojas, quieres verte mejor que nunca y tan sólo al oír su nombre suspiras. 

Esta serie de “síntomas” indican que te has enamorado, sí tú que siempre creíste que eso no sucedería, que a ti nunca te iba a pasar y menos con esa persona que te caía pésimo. Esta “enfermedad” se llama enamoramiento y es un proceso natural en las personas, de hecho es un proceso básico para que surja una relación de pareja. Su duración aproximada es de 18 meses, tiempo suficiente para “enamorarse”, lograr un embarazo, criar al bebé y con esto concluye un proceso muy rudimentario de una relación de pareja. De acuerdo a otras teorías biológicas, el proceso es de 24 meses.

Pero  ¿qué hay acerca de los involucrados? ¿Qué sucede en relación a la pareja? Estas preguntas surgen porque en este artículo me refiero exclusivamente a los adolescentes.
Con el enamoramiento el adolescente empieza a separarse de su familia y a individualizarse, buscando su propia identidad. Es un proceso importante porque ya no depende tanto de la familia en términos afectivos. Por ello, sus relaciones de pareja son parte medular en su vida afectiva y un fuerte soporte para deslindarse de sus padres e iniciar un proceso de socialización con respecto a personas del otro sexo. Aquí es donde el adolescente necesita darse cuenta de que hay otras personas no tan incondicionales como la familia, pero a veces tan importantes como los propios padres.

 El enamoramiento adolescente cumple con varias funciones psicológicas importantes, tiene que ver con encontrar al otro, pero no con quien pueda llevar una vida plena, sino con quien “me entienda”, ser aceptado, reconocido, sentirse atractivo e independiente de los padres.